¿Cuándo?
Neo-impresionismo es una palabra creada por el crítico de arte francés Félix Fénéon en 1887 para caracterizar el movimiento artístico de fines del siglo XIX liderado por Georges Seurat y Paul Signac, quienes primero exhibieron sus trabajos en 1884 en la muestra de la Société des Artistes Indépendants en París.
Contextualmente España acababa de perder sus últimas posesiones coloniales; Gran Bretaña y Francia debían afrontar el surgimiento de un nuevo rival en el continente, Alemania; Europa estaba fascinada con los circos humanos, que en Francia derivó en un contraproducente chauvinismo; Bélgica materializó sus deseos de expansión en El Congo y España e Italia; mientras Europa se armaba para un conflicto inminente, presentido por las alianzas que involucraban a Alemania, Austria-Hungría y Rusia y a Francia, Gran Bretaña, Italia y Rusia después, Estados Unidos se posicionaba ya como una potencia emergente dispuesta a desbancar a los antiguos señores en la pugna por los nuevos mercados y fuentes de materias primas.
¿Qué?
Se denomina Neoimpresionismo al movimiento artístico que surge en Francia a finales del siglo XIX, englobando el conjunto de tendencias pictóricas que profundizan en algunos rasgos de los pintores impresionistas como son los Divisionistas (que utilizan la pincelada dividida en trazos muy pequeños) y los Puntillistas (que emplean una pincelada en forma de puntos para descomponer totalmente la imagen). Bajo el nombre de Neoimpresionismo se engloban múltiples tendencias y estilos. Viene a ser un crisol de diferentes técnicas y objetivos que responden a las inquietudes de los diferentes artistas. A estos no hay que entenderlos bajo un estilo unificado y definido, sino que la obra de cada uno de ellos responde a la individualidad de sus planteamientos.
¿Cómo?
Tal como los impresionistas usan en su paleta colores puros, pero bajo ningún concepto admiten una mezcla en la paleta, salvo la mezcla de colores vecinos en el círculo, estos, matizados entre sí, y aclarados con el blanco, engendra la multiplicidad de los colores del prisma y todas sus graduaciones. Merced al empleo de trazos aislados de pincel -cuyo tamaño mantiene una correcta proporción con el tamaño de todo el cuadro-, los colores se mezclan en el ojo del espectador, si este se coloca a la debida distancia.
El objeto de la descomposición de los colores es conferir al color el mayor esplendor posible, crear en el ojo -mediante la mezcla de las partículas de color yuxtapuestas- una luz coloreada, el brillo de la luz y los colores de la naturaleza. De esta fuente de toda belleza, tornamos nosotros las partes fundamentales de nuestras obras, pero el artista debe seleccionar esos elementos. Un cuadro de líneas, y colores, compuesto por un artista genuino, representa una plasmación más mediata que la copia de la naturaleza tal y como nos la ofrece la casualidad. La técnica de descomposición de los colores asegura precisamente a la otra, una armonía cabal -divina proportione-, merced a la correcta distribución y exacto equilibrio de aquellos elementos, y según las reglas del efecto de contraste, gradación e irradiación. Los neoimpresionistas aplican estas reglas -que los impresionistas solo observaron aquí y allá y por instinto- en la forma más constante y estricta. Los neoimpresionistas no atribuyen importancia a la forma de la pincelada, puesto que no les sirve como medio expresivo del modelado, del sentimiento o de la imitación de la forma de un objeto. Para ellos, la pincelada no es más que una de las innumerables partes que, en conjunto, componen el cuadro; un elemento que desempeña el mismo papel que la nota en una sinfonía. Sensaciones tristes o jubilosas, estados de ánimos apacibles o agitados no se expresan ya a través del virtuosismo de la pincelada, sino mediante la correlación de líneas, colores y tonos.
¿Quién?
Georges Seurat nació en París, Francia. En 1875 ingresa en la escuela municipal de dibujo, en la clase del escultor Justin Lequien. Aquí conoce a Edmond Aman-Jean, con el que mantuvo una estrecha amistad toda su vida. En 1878, gracias a Edmond, ingresa en la Escuela de Bellas Artes de París, donde estudiará hasta 1879. A pesar de su buena voluntad, Georges no es destacado por su talento artístico, obteniendo unos resultados mediocres. Consciente de ello, inicia su trabajo en el Louvre con gran intensidad copiando las obras maestras de Rafael, Holbein y Poussin. Interesado en adquirir mayores conocimientos técnicos estudia con detenimiento "La loi du contraste simultané des couleurs", y aplica sus conocimientos técnicos en su arte. Seurat creó la técnica de puntillismo que fue utilizada sólo por él.
Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte: Seurat pasó dos años pintando el cuadro, concentrándose escrupulosamente en el paisaje del parque. Se sentaba a menudo en los jardines y hacía numerosos bocetos de las distintas figuras a fin de perfeccionarlas. Puso especial cuidado en el uso del color, luz y formas. El cuadro tiene aproximadamente 2 x 3 m. Contrastó puntos minúsculos de color que, a través de la unificación óptica, forman una figura coherente en el ojo del observador. Creía que esta forma de pintura, conocida luego como puntillismo, haría los colores más brillantes y fuertes que pintados a pinceladas. Para hacer la experiencia aún más realista, rodeó el cuadro con una trama de puntos que a su vez limitó con un marco simple de madera clara. de esta forma se lo exhibe aún en el Instituto de Arte de Chicago.
Para este cuadro Seurat empleó el nuevo pigmento "Amarillo de zinc", más visible en las zonas amarillas iluminadas, pero también en combinación con naranjas y azules. Luego de completada la pintura, el amarillo de zinc se oscureció paulatinamente hasta tonos de marrón, defecto que se apreció ya en vida de Seurat.
Fuentes:
http://www.ecured.cu/index.php/Neoimpresionismo
http://www.todacultura.com/movimientosartisticos/neoimpresionismo.htm
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